Por Gorgona
Después de mucho tiempo sin escribir, y después de un par de notas amargas sin mucho éxito en este espacio, quisiera continuar con este tema... El que Esbirro de Arlequín ilustró muy bien con la analogía de la llave y el cerrojo.
Pues bien, si he de identificarme con dicha analogía - aunque no creo en ella-, creo que soy un mal cerrojo. Después de varios meses de inapetencia absoluta, me he pasado al otro extremo, y aprovechando mi buena racha, lo he pasado muy bien. 1313 jaja Como diría el personaje de Pato Pimienta "andaai puro maraquiaaando!".
Igual es interesante el proceso autorreflexivo que esto ha generado en mí, permitiéndome romper con muchas trancas e inseguridades. Después tantos años de monogamia me sentía la wna más inexperta de la vida (pueden creerlo?), pero en este último mes he podido comprobar que parece que no es tan así y que de algo sirvieron todos esos años jaja Es interesante el reencuentro que he tenido con mi cuerpo y como me he permitido superar mi timidez. Ha sido un proceso interesante y entretenido.
Y bueno, sobre la analogía del cerrojo. De partida, este se basa en la idea machista de que la mujer debe ser conquistada, en la noción de una mujer pasiva, que recibe al macho y su falo. Si quisiéramos la analogía podría darse vuelta y pensar "la llave" más bien como un cotonito o un chupete o qué se yo. Algo que entrara en una cavidad y que no quisiéramos compartir usado. Pero no estoy de acuerdo con ninguna de ambas posturas. Creo firmemente en que son analogías para ser botada a la basura, en pos de una valoración más equitativa y recíproca de las relaciones amorosas y sexuales, donde ambos tengan una participación activa (o pasiva si la desean) en la conquista. Como dice la canción "Tú me das y yo te doy" jaja (8)
He dicho, mientras yo sigo con mis andanzas, y quizá uno de estos días les cuente una anécdota chistosa.