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martes, 19 de octubre de 2010

Requiem

Por Esbirro de Arlequín

Es curioso mis queridos (e imaginarios) lectores... la muerte. No nos concentremos en la enfermedad (la cual es terrible) sino simplemente en el desenlace fatal. En la Edad Media se decía que en vida las desigualdades sociales se representaban (en especial en una sociedad estamentaria) pero que, sin embargo, ante la muerte todos somos iguales.

Nadie tiene la inmortalidad asegurada, nadie incluyendo a Dorian Grey. ¿Pero que sentir ante este suceso? Ya que estamos rellenos de emociones y sentimientos es lógico que la muerte nos produzca algo. Un primer distingo es la cercanía con la persona puesto que, seamos honestos, la muerte de tantos miles de millones de personas en las guerras mundiales son más bien consideradas cifras que personas muertas.

Hablo con conocimiento de causa, es un dolor muy grande la perdida de un ser amado (recuerdo que en mi casa rondaba un cassette blanco que se llamaba "ante la pérdida de un ser querido"). Sin embargo con el tiempo (ya que la muerte se produjo hace más de un decenio) me he dado cuenta que el duelo no es producido por el dolor de la pérdida sino por la pérdida misma... más que calificarlo como dolor prefiero la palabra nostalgia. La muerte de un ser querido, de un ser respetado, de un ser elogiado nos produce nostalgia por los momentos vividos... pero también por las conversaciones que no se compartirán o las instancias socialmente relevantes que no gozaran.

Así, ante estas reflexiones (y el stress de las entregas finales para la universidad) enfrentó la enfermedad pero principal el eventual (y certero) desenlace de mi abuelo. Abuelo con quien muy poco compartí pero a quien siempre quise. Aunque debo reconocer que en los últimos años conversábamos mucho porque mi tata estaba en esa etapa de la vejez en la cual rememoran sus aventuras de juventud, sus sueños y añoranzas, su historia y tradición. Me gusta escuchar a los viejitos porque siempre tienen una buena historia que contar, pero es aun más placentero escuchar a tus ancianos puesto que así se conoce las propias raíces.
Un preventivo requiem para mi abuelo...

*La imagen está inspirada en el cuento "The Masque of the Red Death" de Edgar Allan Poe.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Llave y cerrojo

Por: Esbirro de Arlequín

Estuve de cumpleaños hace poquito. En mi tecito de cumpleaños una amiga cuanta un chiste, previniendo de su machismos. Escribo esto en honor a mi amiga y por ser un chiste explicativo de un fenómeno que ha sido tratado previamente en este blog. El cuento es el siguiente: ¿Saben porqué un hombre que se acuesta con muchas mujeres es un ganador, un zorrón, un 'winner'; y la mujer que se acuesta con muchos hombres es una perdida, una casquivana, una mujerzuela? Pues esto se explica con la analogía de la llave y el cerrojo. Una llave que abre varios cerrojos es una llave maestra pero el cerrojo que se abre con varias llaves... es una mierda de cerrojo.

Sé que es debatible la analogía... pero me reí un montón con el chiste. Tal vez ustedes no se rían... pero no es problema del chiste sino de mi falta de habilidad narrativa/humorística.

Solo quería compartir esto con ustedes...

jueves, 29 de julio de 2010

Acercamiento al nihilismo (?)

Por: Esbirro de Arlequín

Acabo de leer “Antes del Fin” de Ernesto Sábato (libro cuya tenencia tenía hace ya dos o más años y que por fin puedo devolver a su dueño). Al terminar sus páginas tengo un saborcito en la boca a la vez una especie de realismo confundido en cierto punto con pesimismo, con una esperanza ciega casi inútil. Rescato la paradoja de los tiempos modernos: la deshumanización de la humanidad.

El semestre pasado curse un electivo sobre el nacimiento del Estado nación, es decir, la historia de Europa (porque, ironizo, el resto del mundo no existe) desde la revolución francesa 1789 hasta la segunda guerra mundial. En el siglo XIX existía una euforia (tal vez histeria) por la idea de progreso. La revolución industrial, la tecnología, las nuevas comodidades, el capitalismo, el individualismo, el racionalismo, los avances científicos y el futuro prospero e infinito. ¿Cómo termina este sueño, hecho del cual somos herederos? Con guerras atroces en las cuales no importaba la cantidad de soldados puestos en las fronteras atrincheradas puesto que se consideraban estadísticamente como cifras olvidando que aquellas vidas fueron hijos, padres, esposos o simplemente seres humanos (que siempre habría alguien que llorase su muerte).

Esta es la mentalidad que continua hasta nuestros días. El individualismo nos consume y el consumismo es individual, lo queremos todo y no queremos compartir nada. Todos somos pecadores de la deshumanización puesto que ya nada es sagrado, como dice Sábato, ni religión ni valores. En nada creemos (o en nada más queremos creer) y la ciencia nos racionaliza pero no satisface la espiritualidad que cada ser debe buscar. En nuestros días el mercantilismo de antaño, el comportarse como dragón, el dinero y el falso éxito son los objetivos que la sociedad nos impone. Estos objetivos no me satisfacen.

Pero tal vez la deshumanización no deba llamarse como tal puesto que este comportamiento egoísta es propio del ser humano y la virtud es una excepción.

PS: En el epilogo del libro Sábato, ante la cruda realidad de nuestros días, nos invita a un comportamiento anarco-cristiano. Notable (no me pregunten en que consiste…).

miércoles, 14 de julio de 2010

¿Puedo ser egoísta?


Por Esbirro de Arlequín
A modo introductorio debo confesar que detesto tomar decisiones difícil porque tiendo a intentar dejar a todos contentos. Entonces, ¿puedo ser egoísta? En teoría, creo que las decisiones deben basarse en los intereses personales y las metas que tengamos en nuestros proyectos de vida, por lo tanto, la respuesta sería afirmativa. Pero en la práctica, para mi, es sumamente difícil tomar decisiones que sirvan a mis propósitos de Arlequín porque en mi mente confabulan millares de ecuaciones en las cuales las variantes se encuentran tanto familiares, como amigos, amores, estudios, trabajos, ocio and so on.
¿Puedo ser egoísta? De poder... todo se puede. Creo que la pregunta sería ¿se me permite ser egoísta? A reglón seguido ¿quién debe autorizarme para serlo? Puede que estas preguntas surjan de unas situaciones recientes en mi vida que he tenido que dirimir. A modo de ejemplo, donde vivir en la época de estudiante ¿me quedo en la ciudad donde me crié y donde vive mi familia, o me arriesgo a la vida en la gran ciudad donde todo es ajeno a lo acostumbrado?
Esgrimo siempre que el egoísmo es bueno (siempre en cierto grado puesto como dicen los veteranos los extremos no son buenos) pero no aplico mi filosofía en mi vida. Así de simple. Por supuesto que estas palabras tienen fines terapéuticos, como mis anteriores entradas.
Por favor, comenten.

martes, 6 de julio de 2010

Manualidades y yo: el punto cruz


Por Esbirro de Arlequín

Bueno, hace mucho que no escribo por falta de tiempo y falta de tema. Hoy he decidido plasmas unos pensamientos en este medio electrónico para liberar espacio para el estudio (y rendir bellos exámenes). Pensando en qué escribir, inspirado por la estructura utilizada por Melisa Blanc, deseo escribir sobre el lado artesano que cada una lleva dentro de si: el de artesana.

Esta en nuestros genes señoras. Lo cual es algo maravilloso puesto que es como andar en bicicleta (una vez que lo aprendes nunca lo olvidas). Años después que tu madre/abuela te sentara en el living a enseñarte un domingo lluvioso como utilizar las agujas, te encuentras bordando la cara de un perro en un cuadro de 30x30.

Lo que me gusta de bordar punto cruz (aparte que son como tiernos los patrones existentes) es lo metódico del trabajo: bordar cuadro por cuadro para que finalmente aparezca una figura que parece el ojo de lo que algún día podría llegar a ser un perro con su lengua afuera. Lo otro que me gusta es el bastidor por como suena la palabra y porque es un símbolo de la mujer cortesana (nos guste o no)... es como romántico en el sentido de Orgullo&Prejuicio y no en el sentido de Luis Jara. También, me encanta esta labor para relajarme y liberar tensiones (mi deporte favorito sin mayores esfuerzos físicos).

Qué más sobre el tema: inténtelo! Sé que muchas tienen aprehensiones al respecto de las manualidades y con suerte saben surcir un calcetín pero, de veras, no es difícil y se pueden lograr muchas cosas (creo que es la labor a prueba de tontos).

Gracias.

miércoles, 2 de junio de 2010

Vida en pareja

Por: Esbirro de Arlequín

Iba es escribir sobre los amigos con ventaja y su utilidad… pero he estado estos últimos días pensando mucho en otro tema: la soledad. Escribo esta entrada con un espíritu de autoayuda.

Una anécdota previa: tengo una amiga a la cual siempre le he regañado el hecho que no sabe estar sola, que siempre requiere estar emparejada y realizar actividades de parejas (no se… como salir a pasear por el parque comiendo helado, ese tipo de actividades). Me di cuenta (para mi asombro) que mientras yo le regañaba esto yo sufría del fenómeno completamente opuesto, a saber, que no sé estar emparejada.

La verdad es que no he tenido muchos compañeros en mi vida. Con mi tímida personalidad y mi desconfianza en las personas (por traumas infantiles) antes me costaba mucho acercarme a las personas, problema actualmente solucionado. Sin embargo, mantengo cierto residuo en cuanto a los compañeros. Es una constante desconfianza y conocimiento que nada es eterno, que todo se acaba y que las personas se alejan. Pienso que si me acerco mucho a una persona, me encariño o enamoro de ella... al final me abandonará y sufriré por ello. Entonces, aplico la medicina antes de la herida.

Además, creo que me he acostumbrado a estar sola. A disfrutar (sola) de los pequeños placeres que nos otorga la vida día a día. Me siento invadida si una pareja trata de disfrutar conmigo de aquellos placeres (sé que es parte del hecho de ser pareja pero es una cuestión irracional que me afecta).

¿Moraleja? Para ser una persona integra, creo, uno de saber como convivir en pareja y vivir en soledad para poder disfrutar de la vida en las circunstancias en que la vives. ¿Yo? Bueno trato de condicionarme a esta idea.





lunes, 24 de mayo de 2010

"Le pongo la sal"


Por: Esbirro de Arlequín

Bueno, bueno. veo que esto está funcionando. Por supuesto que debemos hacer algo por nuestros lectores "hipotéticos" pero ya habrá tiempo para ello. Ahora a lo que vengo.

Quiero hablar de los estereotipos de la mujer en especial aquel que los hombres tanto gozan e inspira para tanto chiste cruel que encuentren: la mujer con la regla. Estar con el periodo (o menstruando derechamente) es una de las implicancias de ser mujer [al diablo con la doctrina cristiana que señala el origen de este fenómeno en el pecado capital de Eva... maldito Salomón ¬¬]. Creo que básicamente el periodo es una manifestación de nuestra fertilidad y algo que nos recuerda el poder de la mujer: el de dar la vida.

¿Que son los estereotipos? Es una de las maneras que tenemos, como humanidad, de simplificar la realidad y no desgastarnos pensando en las pequeñeces (no en el sentido despectivo) que ella implica. Con todo esto en mi cabeza recordé el aclamado comercial de una pastillita rosada para los dolores de "esos días" (¿qué días? como si fuera un secreto que todas las mujeres menstruamos). También recordaba como mi profesor de física en la media al discutir por cualquier cosa (siempre fui buena para ello) para cerrar el tema siempre terminaba con "te sacó la sal"... grrrr como odiaba/odio eso! Bueno, este añejo comercial lo recordé por su versión 2010 en el cual ya no vemos a una mujer sensible que llora al ver que su marido no gusta de su forma de cocinar y agrega a gusto sal... sino que vemos a una mujer (ante la misma situación) que no llora por este hecho sino que se revela y exagera el hecho: confronta al héroe del comercial. Sin embargo, no todo podía ser miel sobre hojuelas, termina el comercial con una bofetada directa al rostro: tomemos la pastillita rosada para que no afectemos a lo demás con nuestro ánimo en "esos días"... WTF!

Como observo reflejado en este comercial... la regla aparte de todos sus efectos (hinchazón, dolor y demases) tiene un efecto psicológico sobre nosotras. Como lo miro... la regla nos libera de algún tipo de filtro por lo cual decimos lo que sentimos sin pelos en la lengua. Obviamente todos los extremos son malos, sin embargo son cinco días de máxima liberación femenina (aunque disparemos contra nuestras propias compañeras u.u).

No se (ni creo) que se entienda mi punto.
Gracias.



domingo, 23 de mayo de 2010

Bienvenida

Por: Esbirro de Arlequín

Mientras escucho el caos de los músicos con sus instrumentos jugando previo a su presentación: no puedo dejar de pensar en unas líneas leídas recientemente. Hace tiempo que me pregunto varias cuestiones, tal vez desde que tomé conciencia de mi conciencia, y últimamente pienso en la existencia. Acotando un poco el tema, creo que no es propiamente la existencia sino la existencia de las dicotomías en nuestras vidas (o al menos en la mía). Mi mente normalmente confusa no puede dejar de serlo en estas materias.

Creo que no he logrado expresar mi interés en estas líneas, creo que una pregunta directa ayudaría: ¿qué significa ser mujer? Bueno, en un primer impulso, es “algo” contrario a ser hombre. Pero entonces… ¿qué es ser hombre? “Algo” que no es mujer… entonces las respuestas serian circulares.

Desde pequeña he detestados el trabajo servil sin retribución que la mujer debe realizar a favor de los hombres de la casa (fui víctima de ello cuando pequeña siempre revelándome a ello). Sin embargo, recuerdo un episodio en la casa de unos parientes que me marcó. Recriminaba a un primo una vez por no ayudar a sus hermanas a levantar la mesa y lavar los platos, ante lo cual me responde que aquel es trabajo de las mujeres y que él ayudaba a su padre en otro tipo de labores (normalmente limpiando el auto, pintando la casa y otros trabajos similares). Entonces, de esta experiencia puedo inferir que lo que nos diferencia de los hombres es el tipo de labor que realizamos en la casa (mejor no hablar del mundo laboral).

Pero me estoy desviando del más reciente factor gatillante: Ursula K. Le Guien (autora que siempre recomiendo) en Teharu realiza una hermosa labor describiendo la de la mujer dentro del mundo de la fantasía (donde el hombre es preponderante atreviéndome a decir que incluso su rol es absoluto en este tipo de historias) y, a su vez, plasma de manera exquisita la diversidad de roles que forman a una mujer: hija, madre, esposa, mujer. Entonces, en una conversación en torno al fuego del hogar la protagonista de la novel compara a su difunto marido con su actual pareja: hombres completamente distintos. Reflexiona y reconoce que su difunto marido nunca la ayudo en las labores de mujeres (básicamente aquellas rutinarias destinadas a mantener la casa familiar) y que él siempre tuvo a alguien que le sirviera: su madre, su esposa y su hija.

El objetivo de este blog, al menos para mí, es exteriorizar y compartir mis aprensiones sobre el tema de lo que es ser mujer. Bueno son cuestiones que ocupan y preocupan a mi mente pero por algunas horas estará libre de ellas puesto que la opera comienza.