Por: Melisa Blanc.-
Ok. Creo que hay que ser francos. TODOS vemos tele. Ya, dejen de esconderse, asuman su realidad, y descubran que no es nada grave. Está en todas partes y técnicamente no sirve para muchas cosas. Es ruidosa, radioactiva y posiblemente alguna universidad ociosa de California demuestre que produce cáncer. Pero la amamos.
Cada mañana despertamos con ella (nadie se acuerda de ver el TVN en la mañana mientras daban videos musicales antes del ir al colegio?), nos dice la hora, nos cuenta sobre la vida de otras personas, y nos ofrece una amplia gama de maneras de ser idiotas. Nos permite dejar de pensar y sobretodo, tiende a entretener.
Pese a que veo más películas que programas, yo amo la tele, pero de ella qué es lo que me gusta más? Serán los comerciales de MTV? Será la franja electoral? Será cuando el lector de noticias se equivoca en leer una palabra? Será cuando están reportando y la gente que va caminando detrás del reportero se cae o se queda mirando? Será que me gusta el segmento del tiempo? No, damas y caballos, es mucho más fácil que eso: son las teleseries (Y en este punto todos hacen un silencio respetuoso).
"Son para minas" Cómo odio ese comentario! Tendré pajarito acaso?? pero en fin... hoy quiero referirme a estas joyas del cerebro humano, que comenzaron como típicos segmentos de dramatización en los que había que hacer parecer reales los conflictos.... hasta hoy.
Son las ocho y media, y durante gran parte del día he estado viendo cómo el koreano de mi teleserie busca a su padre y se enamora de la mina del tipo que no sabe que es su hermano, lo atropellan y 10 años después aparece como otra persona, porque ha perdido la memoria, cuando ella lo ve y está a punto de casarse con otro, lo deja y vuelven a estar juntos... y luego no los dejan casarse porque creen que son hermanos... sin embargo mientras tratan de averiguar eso, el antes desmemoriado empieza a quedarse ciego.... Y yo me la he sufrido TODA!
Miren, si la gente comenzó a hacerlas para mujeres, fue porque a las mujeres nos gusta esta cosa de ver cómo Luis Mario lucha por convencerse de que debe casarse con su ex novia porque sorpresivamente quedó embarazada justo en el momento en que él le dijo que la dejaría para quedarse con María Angélica, la pobre chica del mercado, que en realidad es la única heredera de la empresa hotelera para la que trabaja. En serio, seamos honestas, son maravillosas.
Pero la sociedad cambia, y a la gente le gusta verse más intelectual... entonces en lugar de teleseries, se inventaron las series.
Las hay para todos los gustos. Las más convencionales las ven en un sólo canal toda la vida (como mi abuela, que hace el mismo zapping al menos desde hace 23 años, entre el 13 a la hora de almuerzo, y TVN el resto del día).
Por otro lado están las mujeres que ven la teleserie de moda (más o menos en la etapa escolar, cuando no tienes mucho más qué hacer).
Luego viene la gente ocupada que ve las nocturnas (con temáticas que abarcan los intereses de gente ocupada durante el día... en teoría, claro, y como son más los ocupados, las teleseries nocturas son las más polémicas).
Está la gente que llora con las teleseries, que las toma en serio, que las hace parte de su vida. Esos que se pusieron de nick en msn que se había muerto Elisa.
Después aparece ese segmento que no ve teleseries... pero ve series (que partieron siendo teleseries para hombres, así como la lucha libre, pero ahora se tratan de cualquier cosa). Asuman su realidad, las series tienden a ser culebrones csi-fi... pero culebrones al fin y al cabo.
También estamos nosotros, los bicharracos, que vemos teleseries extranjeras... que nos alimentamos del youtube o el megaupload y que podemos comentarlas con muy pocas personas más. Existe la ñoñería incluso en las teleseries....
Y finalmente, no hay que dejar de admitir que la tele nos educa. Las teleseries nos enseñan un montón de cosas, que van desde los embarazos falsos, a los tumores cerebrales falsos, los resfríos falsos y los certificados de defunción falsos. Nos advierten sobre los vaivenes de la vida, sobre las traiciones y que las mujeres con sensuales desplantes o son muy malvadas, o están llevando a cabo una venganza esperada por años. Tambien aprendemos a valorar la salud, principalmente porque cualquier cosa puede dejarte ciego, y si eres muy feliz, es porque muy pronto irás al médico y te dirá que te quedan 3 días de vida.