jueves, 27 de mayo de 2010

Yo no me quiero casar (y usted?).

(LO BORRE!!!!... bueno, a escribirlo de nuevo).

Por: Melisa "Novia Fugitiva" Blanc.


Y así es nomás, no me quiero casar. No quiero ser "la señora de...", lo fui por 20 minutos en una línea en un diario y me sonó espantoso.

Esto no es un tema de hombres y mujeres, sino que de seres humanos en general, algún ocioso inventó el matrimonio para poder castigar a su cónyuge si lo traicionaba, pero lo peor fue que se les fue haciendo costumbre. Lo que en un principio eran promesas de enamorados después llevó a un género a hacerse cargo de otro. Y ahora? ahora las mujeres piden igualdad cuando deberían pedir equidad y los hombres? piden postnatal.

El tema del matrimonio en mí no es nuevo. No es que en algún momento de mi vida me hubiese querido casar y luego no. Desde que tengo "uso de razón" que el "para siempre" me ha sonado tétrico. TÉTRICO.

Entonces aparece el maldito cliché de la chica con el vestido de novia en la cartera. En serio? En serio somos así? Hay casos y casos, pero en realidad, yo creo que no. Creo que todas buscamos establecernos con otras personas, hay opciones para eso -el matrimonio es la más popular, seguida de cerca por la bien ponderada convivencia -, y de ahí entonces hay una enredadera que no alcanzo a entender muy bien, y por eso alguien llegó a la conclusión de que todas las mujeres querían casarse.
Pasa en todos lados, una mujer no soporta a su suegra y llega la conclusión de que todos los hombres son mamones, y que la mamá es sagrada y todo eso. Pero podríamos sentarnos a pensar en que hay muchas personas en este mundo, todas con una historia distinta y con una apreciación diferente. Me dolió cuando mis papás me dijeron que mi hija iba a tener problemas porque yo no me casé.
Yo nací en el seno de una familia católica, mis padres hasta la fecha están casados... y yo me NIEGO ROTUNDAMENTE a la sola idea del matrimonio...eso no les dice nada?

1 comentario:

  1. Mmm yo creo que el problema no es el matrimonio, sino que es la forma en que se establecen las relaciones entre hombres y mujeres, y que tiene que ver con cuestiones culturales, y que se replica también en otras formas de unión informales. Yo tampoco considero el matrimonio parte de mis prioridades - a diferencia de otras mujeres, que es su gran sueño -, pero como no escupo al cielo, no digo rotundamente que no. Lo que sí creo, que eso del "matrimonio para siempre" es fatal, pues hay generaciones y generaciones de mujeres que se han mamado humillaciones, servilismo, infidelidades, maltrato intrafamiliar; y que no se separan por ese principio del "matrimonio es para siempre". Y eso tiene que ver mucho con la construcción de lo que es ser mujer, para muchas mujeres, ser una buena mujer implica cumplir como esposa, estar en la casa, atender al marido, criar a los cabros chicos prácticamente sola, porque el wn adopta un rol de "proveedor". Ese es el problema de fondo. Igual, siempre me ha llamado la atención el discurso conservador-católico sobre el matrimonio, diciendo que el divorcio implica el quiebre del núcleo familiar, de la estructura básica, que es fundamental para el desarrollo de niños sanos y felices, del futuro de nuestra sociedad. Sin embargo, creo que ese tipo de familia no existe, es solo un tipo ideal, que personalmente no he visto nunca. Pues, por un lado, el tipo de familia que se podría considerar "estadísticamente normal" en latinoamérica y también en Chile es la familia monoparental - ya sea por no casarse, abandono, divorcio, etc - y no creo que se pueda afirmar que todos los niños que crecen en ese tipo de familia sean sujetos con problemas (o con más problemas de los que podría tener cualquier otro niño). Por otro lado, he visto generaciones de historias de familias donde los padres se mantenían juntos toda la vida, pero los hijos terminaban llenos de trancas y rollos, por todo lo que veían - o no veían, pero intuían y sentían - que sucedía entre sus padres, al interior de la casa. Ese clima extraño, denso, que se podría cortar con un cuchillo, donde no se verbalizan los problemas, donde se hace como si todo "estuviera bien" cuando en realidad está como las weas. La comunicación al interior de la familia es fundamental, pero si ya la cosa es insostenible, se acabó al amor o ya ha habido mucho daño, creo que es más sano el divorcio, por muy doloroso que pueda ser, que un matrimonio eterno x cumplir con el "deber". El tema es construir relaciones más sanas con la pareja, filo si haya o no un vínculo legal que los una.

    Gorgona

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