jueves, 29 de julio de 2010

Acercamiento al nihilismo (?)

Por: Esbirro de Arlequín

Acabo de leer “Antes del Fin” de Ernesto Sábato (libro cuya tenencia tenía hace ya dos o más años y que por fin puedo devolver a su dueño). Al terminar sus páginas tengo un saborcito en la boca a la vez una especie de realismo confundido en cierto punto con pesimismo, con una esperanza ciega casi inútil. Rescato la paradoja de los tiempos modernos: la deshumanización de la humanidad.

El semestre pasado curse un electivo sobre el nacimiento del Estado nación, es decir, la historia de Europa (porque, ironizo, el resto del mundo no existe) desde la revolución francesa 1789 hasta la segunda guerra mundial. En el siglo XIX existía una euforia (tal vez histeria) por la idea de progreso. La revolución industrial, la tecnología, las nuevas comodidades, el capitalismo, el individualismo, el racionalismo, los avances científicos y el futuro prospero e infinito. ¿Cómo termina este sueño, hecho del cual somos herederos? Con guerras atroces en las cuales no importaba la cantidad de soldados puestos en las fronteras atrincheradas puesto que se consideraban estadísticamente como cifras olvidando que aquellas vidas fueron hijos, padres, esposos o simplemente seres humanos (que siempre habría alguien que llorase su muerte).

Esta es la mentalidad que continua hasta nuestros días. El individualismo nos consume y el consumismo es individual, lo queremos todo y no queremos compartir nada. Todos somos pecadores de la deshumanización puesto que ya nada es sagrado, como dice Sábato, ni religión ni valores. En nada creemos (o en nada más queremos creer) y la ciencia nos racionaliza pero no satisface la espiritualidad que cada ser debe buscar. En nuestros días el mercantilismo de antaño, el comportarse como dragón, el dinero y el falso éxito son los objetivos que la sociedad nos impone. Estos objetivos no me satisfacen.

Pero tal vez la deshumanización no deba llamarse como tal puesto que este comportamiento egoísta es propio del ser humano y la virtud es una excepción.

PS: En el epilogo del libro Sábato, ante la cruda realidad de nuestros días, nos invita a un comportamiento anarco-cristiano. Notable (no me pregunten en que consiste…).

jueves, 22 de julio de 2010

La extensión horaria de los jardines infantiles y ser madre en Chile

Por Gorgona

Hace mucho que no escribo nada, la u se había comido mi vida. Ahora que me la devolvió, escribiré sobre un tema que ha estado en la prensa esta semana: la extensión horaria de los jardines de la Junji.

El debate surgido en torno a la extensión horaria de los jardines infantiles de la Junji, más allá de las declaraciones polémicas - y pelolais- de la vicepresidenta de dicha institución Ximena Ossandón, pone de relieve otro debate que me parece mucho más profundo, y es el rol de la mujer como madre, y las condiciones en que éste se desempeña; y cómo se está pensando la familia (que yo más bien denominaría en plural).

En Latinoamérica nos encontramos frente a una situación donde la familia nuclear tradicional no es precisamente lo normal (en términos estadísticos). La división sexual de los roles al interior de la familia no es precisamente la imagen clásica del hombre que trabaja fuera de casa y es proveedor de la familia, y la mujer permanece en casa cuidando y criando de sus hijos y de las labores hogareñas. Por el contrario, nos encontramos en una situación donde la mujer no sólo cumple el rol de "dueña de casa", sino que también de proveedora, ya sea porque es madre soltera o separada, o porque se ha integrado al mundo laboral por necesidad o por vocación (o por todas las anteriores), esté el hombre ausente o no. En ese sentido, la extensión horaria de los jardines infantiles aparece como una necesidad para que la mujer pueda integrarse al mundo laboral.

A diferencia de los dichos de la vicepresidenta de la Junji, no creo que las mujeres necesiten que sus hijos estén más tiempo en el jardín para "irse a tomar, ir a la playa o a tomar un café con una amiga" - idea que por lo demás me parece caricaturezca, moralista y machista-. Por el contrario, y considerando el público objetivo de los jardines de la Junji, lo más probable es que sean mujeres que necesitan trabajar más horas o postular a trabajos con jornadas más prolongadas, por el mantenimiento y bienestar de su familia, que como señalamos más arriba a veces recae exclusivamente en ellas. Me ha tocado entrevistar a mujeres que no pueden trabajar debido a los horarios de los trabajos y la imposibilidad de compatibilizarlos con los horarios en que debe estar con sus hijos, aún cuando ellas quieren y necesitan trabajar.

En ese sentido, la extensión horaria de los jardines sería un aporte para el desempeño y desarrollo laboral de las mujeres, pero no sólo para la mujer, sino que para la familia en su conjunto. Discrepo de la idea de que los jardines infantiles sean considerados un aporte a la mujer exclusivamente, pues se reproduce en el discurso la idea de que la mujer es la única responsable del cuidado y crianza de los hijos. Lo mismo ha sucedido con las PP.PP en torno a sexualidad y reproducción, que orientan la anticoncepción y la planificación familiar especialmente hacia a la mujer - haciendo una breve alusión a la vasectomía como participación masculina en el asunto-. Creo que no debe ser pensado así, siendo necesario incluir bajo esta responsabilidad también a los hombres, por mucho que en los hechos muchas veces estos hombres estén ausentes. No me parece correcto dirigir esos discursos hacia la madre exclusivamente, como tampoco me parece que deban manejarse las PP.PP con una noción de lo que es la familia y las prácticas asociadas a ella tan simplistas e ideales. No se trata tanto de madres que necesitan poner a sus hijos en jardines infantiles, como sí se trata de diversas formas de familia y cómo estás organizan su tiempo y mantenimiento, entre las cuales tampoco podemos descartar familias uniparentales masculinas u otro tipo de familia como las homoparentales - que se enfrentan a problemáticas que son consecuencia de la idea de la mujer como principal responsable de los hijos, como,por ejemplo, que sólo las empleadas mujeres pueden usar las guarderías y jardines de las empresas y no los hombres-.

En fin, creo que en todo este asunto, y que se aplica al caso particular de la Junji, falta mayor conocimiento de la realidad social de las familias en Chile por un lado, y por otro, le falta poner real ojo en quienes son su público objetivo, y no sólo pensarlo en relación a las mujeres, sino que pensarlo en relación a las diversas familias que requieren de los servicios de la Junji, y no sólo en las que acceden actualmente, sino que en todas aquellas que no acceden por la restricción horaria que implican hoy. Me parece que aún hay mucho que avanzar en cómo se piensan las familias y la división de los roles a su interior.

miércoles, 14 de julio de 2010

¿Puedo ser egoísta?


Por Esbirro de Arlequín
A modo introductorio debo confesar que detesto tomar decisiones difícil porque tiendo a intentar dejar a todos contentos. Entonces, ¿puedo ser egoísta? En teoría, creo que las decisiones deben basarse en los intereses personales y las metas que tengamos en nuestros proyectos de vida, por lo tanto, la respuesta sería afirmativa. Pero en la práctica, para mi, es sumamente difícil tomar decisiones que sirvan a mis propósitos de Arlequín porque en mi mente confabulan millares de ecuaciones en las cuales las variantes se encuentran tanto familiares, como amigos, amores, estudios, trabajos, ocio and so on.
¿Puedo ser egoísta? De poder... todo se puede. Creo que la pregunta sería ¿se me permite ser egoísta? A reglón seguido ¿quién debe autorizarme para serlo? Puede que estas preguntas surjan de unas situaciones recientes en mi vida que he tenido que dirimir. A modo de ejemplo, donde vivir en la época de estudiante ¿me quedo en la ciudad donde me crié y donde vive mi familia, o me arriesgo a la vida en la gran ciudad donde todo es ajeno a lo acostumbrado?
Esgrimo siempre que el egoísmo es bueno (siempre en cierto grado puesto como dicen los veteranos los extremos no son buenos) pero no aplico mi filosofía en mi vida. Así de simple. Por supuesto que estas palabras tienen fines terapéuticos, como mis anteriores entradas.
Por favor, comenten.

Isabel o no Isabel?


Por: Melisa Blanc.-


Se acerca el premio nacional de literatura (y lo pongo en minúsculas, sin el respeto que debiera, porque creo que desde hoy en la mañana eso ya no me importa demasiado). Y con él, una nueva discusión acerca de muchas cosas, pero que lamentablemente pareciera abarcar muy pocas.

Otra vez nos encontramos con la postulación de Isabel Allende, y los alegatos parecieran ser los mismos, lo dijo ella a El Mercurio hace unos días, tuvo que pelear codo a codo con un montón de hombres por ser éste un país machista. Estoy totalmente de acuerdo. LUN dijo que no le daban el premio por ser mujer, y eso sería lo más discutible en todo esto. Ella siente que hay que cambiar a quienes deciden por este premio. También estoy de acuerdo, así acabaríamos con ciertas "mañas". Ella debería ganar el premio por sus log.... No, en eso sí que no estoy de acuerdo.

Y es que siento, y si lo pongo aquí es porque me gustaría mucho saber si estoy en un gran error o acabo de descubrir un complot, que esta discusión sobre los cimientos machistas en los que no le darían el premio a Isabel Allende por ser mujer, en realidad estaría ocultando una verdad mucho más discutible (o discutible en un mejor terreno): que no le den el premio a Isabel Allende... porque es Isabel Allende.

Cuando traté de explicar esto, me puse en el peor de los escenarios: lo consulté con mi papá, que es un muro infranqueable a la hora de proteger los derechos de quienes amansan grandes fortunas. Entonces le expliqué mi punto de vista. Le dije que tal vez si no le daban el premio no era por ser mujer, sino porque no concordaba con el estándar de calidad que ellos buscaban. Y mi papá me acusó, casi con el dedo, de ser "antichilena", por hacer un paralelo entre Allende y Barbara Wood.... a qué viene eso? algún día lo entenderé.

Mi punto va en lo siguiente: no quiero desmerecer a Isabel Allende, reconozco que ha logrado muchas cosas en otros países, y que dentro de todo es importante. Pero hasta Marcela Paz es importante, Marcela Serrano también es importante, y así muchas más (o tal vez ni tantas). Mi papá salió con la tontera esa de que ella retrata una realidad histórica que ninguna otra mujer ha retratado, pero a mí no me consta eso. Tampoco creo que La casa de los Espíritus sea un gran libro. Es un libro que todos en el colegio tuvimos que leer... Papelucho también, y lo tengo mucho más incorporado que la casa de los espíritus.

No soy anti Isabel Allende, simplemente no me gusta. Es claro, es MI opinión contra la de las cifras millonarias que consigue la propia Allende en otros lados, y me parece muy bien que así lo haga... si le dan el premio nacional de literatura, espero que sea por su mérito y no porque ha movido a un par de figurillas parlamentarias que nisiquiera aportan promoviendo una disminución o remoción de los impuestos a los libros. Tampoco espero que le "nieguen" el famoso premio por ser mujer. Mi papi, a quien yo amo mucho, pero que en estos casos se convierte en un saco de alpiste, dice que es una picantería no darle el premio a alguien que ha llegado tan lejos y que ha conseguido una película con tan buen elenco. Yo creo que The Last Tycoon o The Rocky Horror Picture Show tienen buenos elencos, pero que él no las vería jamás (la primera porque tiene un terremoto, y la segunda porque tiene un travesti), y también creo que es una picantería que ella pelee por ese premio si no lo necesita. Preferiría que se lo dieran a un artista en claro auge, a alguien con nuevas ideas y que trate de nuevas temáticas. Alguien que globalice más nuestra cultura, dejando de lado el pasado que para muchos de nosotros ya está demasiado atrás, y sin embargo aún nos toma los talones. Y si esa nueva promesa es mujer... me sentiría muy contenta.

martes, 6 de julio de 2010

Manualidades y yo: el punto cruz


Por Esbirro de Arlequín

Bueno, hace mucho que no escribo por falta de tiempo y falta de tema. Hoy he decidido plasmas unos pensamientos en este medio electrónico para liberar espacio para el estudio (y rendir bellos exámenes). Pensando en qué escribir, inspirado por la estructura utilizada por Melisa Blanc, deseo escribir sobre el lado artesano que cada una lleva dentro de si: el de artesana.

Esta en nuestros genes señoras. Lo cual es algo maravilloso puesto que es como andar en bicicleta (una vez que lo aprendes nunca lo olvidas). Años después que tu madre/abuela te sentara en el living a enseñarte un domingo lluvioso como utilizar las agujas, te encuentras bordando la cara de un perro en un cuadro de 30x30.

Lo que me gusta de bordar punto cruz (aparte que son como tiernos los patrones existentes) es lo metódico del trabajo: bordar cuadro por cuadro para que finalmente aparezca una figura que parece el ojo de lo que algún día podría llegar a ser un perro con su lengua afuera. Lo otro que me gusta es el bastidor por como suena la palabra y porque es un símbolo de la mujer cortesana (nos guste o no)... es como romántico en el sentido de Orgullo&Prejuicio y no en el sentido de Luis Jara. También, me encanta esta labor para relajarme y liberar tensiones (mi deporte favorito sin mayores esfuerzos físicos).

Qué más sobre el tema: inténtelo! Sé que muchas tienen aprehensiones al respecto de las manualidades y con suerte saben surcir un calcetín pero, de veras, no es difícil y se pueden lograr muchas cosas (creo que es la labor a prueba de tontos).

Gracias.